A Verismo Trilogy (fragmentos de Leoncavallo, Catalani y Respighi). Teatro Grattacielo. Gerald W. Lynch Theater at John Jay College. Nueva York. 28-IX-2019 - La bohème (Leoncavallo), primer acto. - Loreley (Catalani), arias. - La bella addormentata nel bosco (Respighi), tercer acto.
El Teatro Grattacielo cumple 25 años y lo celebra con un concierto de ambiente festivo, con flores para su directora artística y fundadora Duane D. Printz. El (pequeño) teatro estaba lleno (aunque, como había muchos cantantes solistas, el porcentaje ocupado por amigos y familiares debía de ser elevado).
En general podemos decir que ha salido notablemente. Ya sabemos que la orquesta tiene limitaciones, pero Israel Gursky la ha conducido con buena mano y también, como siempre, muy atento a los cantantes.
En conjunto, lo que mejor salió fue el primer acto de La bohème, que podemos calificar como una buena labor de conjunto y como una interpretación muy expresiva y teatral, a pesar de ser en modo concierto. Eso sí, muchos de los cantantes eran jóvenes con voces atractivas pero con un italiano muy discutible (y especialmente notable en este caso pues el reparto incluía un italiano, el tenor Alessio Borraggine como Marcello).
En las arias de Loreley es donde se echó de menos algo más de empaque en la orquesta, pero en general fueron exitosas, especialmente las de Walter (Jeremy Brauner).
Finalmente, La bella addormentata nel bosco es una de las cosas más abyectas que he visto nunca, con detalles como un personaje que se llama Mr. Dollar Cheque y que paseándose por ahí con una banda de aventureros y quiere comprarse a la Bella Durmiente (aunque al final se conforma con marcharse con la duquesa). No la conocía en absoluto hasta ver el anuncio de este concierto. Al parecer fue escrita por Respighi para un teatro de marionetas y tuvo muy buena acogida en su estreno en Roma en 1922. Posteriormente, una versión revisada (La bella dormente nel bosco se estrenó en Turín en 1934, ya con los cantantes sobre el escenario.
La verdad es que, por el acto visto, es una obra muy simpática y colorida, que creo que ganaría bastante con una escenificación o semiescenificación (por su temática, parece hecha a media para el típico concierto semiescenificado con proyecciones). El Príncipe de Thomas Massey fue recibido con mucho entusiasmo por el público, pero a mí quien más me gustó fue el barítono Robert Balonek (el Guardabosques), a quien había visto ya un buen Owen Wingrave en primavera (y que también hizo el pequeño papel de Colline en La bohème). Cabe también destacar a Stefanos Koroneos, con buena vis cómica haciendo de Schaunard y de Mr. Dollar.
Muy buen rato y que sean muchos años más para los amigos del Grattacielo peleando por la abyección.
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