No todo van a ser criticas encomiásticas de funciones: aquí va una algo aciaga: Don Carlo, G.Verdi, Deutsche Oper Berlin, 24 junio.
De todas las innumerables representaciones de opera que he visto en mi larga vida, esta va a resultar inolvidable solo por un hecho: la calamitosa dirección orquestal de Roberto Rizzi Brignoli. Desastrosa! Aburrida,plana, sin nervio ni garra, caprichosa en muchos momentos con tempi acelerados, caída en otros; bajo su batuta la orquesta también estuvo cuajada de varios fallos garrafales, nada mas empezar la opera en el viento que no tuvo su noche, y las cuerdas que no sonaron bien ni tan siquiera en el comienzo del aria de Filippo. Las voces no iban muy allá; nada mas entrar en el teatro descubro que Ludmilla Monarstirska ha cancelado su intervención como Elisabetta, sustituyéndola
Kristin Lewis, si, la misma que sustituyo a Stoyanova en Londres hace un mes y que tanto cabreo me ocasiono. Aburrida, y menos matizada aun que en Londres y con los mismos defectos que de ella dije hace un mes.
Jamie Barton era Eboli, cantante a la que tenia gana de ver y me ha decepcionado pese a la buena prensa que tiene; bruta, poco elegante y con el piloto automatico en todo momento. Sigo sin entender pq se corta varios compases de la canción del velo y deja sin resolver el agudo final; pensaba que era tal vez le supusiera algún problema el agudo, pero en O don fatale dejo claro que llega sobrada y gritadamente. Pero nunca he visto una cosa mas fea que esta resolución de la canción del velo: "Tessete i veli, vaghe donzelle, mentre è nei cieli l'astro maggior" aparece Elisabetta el coro dice "la Regina" y se acabo la volata, el agudo y el chimpun
Teodor Ilincai retrata un Don Carlo juvenil y ardoroso, pero a brochazos de trazo muy grueso ni compone personaje ni hace otra cosa que sea solfear notas; al menos canta y bonito, pero no se espera mas de el.
Etienne Dupuis en conjunto fue el mas resolutivo de la velada con un Marques de Posa bien cantado y bien interpretado;
Giacomo Prestia esta mayor y saca como puede el rol de Filippo, y con buenas tablas como tiene este veterano cantante tiene recursos y trucos como para salir victorioso y llevarse una fuerte ovación. Solido y correctísimo
Eugen Orlov como el gran Inquisidor.
La escenografía fue lo mejor de esta representación; mucho mas que la de Londres. Articulada en grandes piezas que según se ordenen pueden valer para una escena u otra, pero tanto en el comienzo como en el final componen en su espacio vacio una gran cruz latina, con una iluminación espectacular y una buena dirección actoral. Sin mas......