Un placer volver a disfrutar con este Fidelio en Les Arts y sus magníficos cuerpos estables. Somos muy repetitivos, pero es que la orquesta es de una calidad equiparable a cualquiera de las dos o tres más punteras de Europa. Realmente irresistible, como hace 5 años, la obertura Leonora III, la introducción al aria de Florestán o el concertante final, que ofreció Zubin Mehta al frente de una orquesta y coro radiantes, incandescentes y entregados. Dicho esto por quien tiene en esta ópera un gran listón, al habérsela visto a Abbado y Barenboim
Yendo al grano, vaya por delante que me gustó Kaufmann. Tiene sus defectos y le veo poco afín a la ópera italiana, pero no es ningún camelo ni mucho menos. El centro está oscurecido y es gutural (su fonación es alemana, claro), pero la posición es estupenda, alta y uniforme, el timbre no es bello pero sí viril, robusto y, tengo que decir que poquísimos tenores se han paseado con tanta facilidad por la inclemente tesitura de "Ein Engel Leonoren, der gattin so gleich, der Führt mich zur Freiheit ins himmlische Reich!" con insultantes y percutientes ascensos al si bemol sin esfuerzo aparente alguno. Además, tiene legato, tributario, sin duda de su pasado Mozartiano. Asimismo, me dió una total sensación de saber lo que hace. El ataque al sol natural inicial de su aria "Gooooooott" comenzó con un sonido horroroso, un falsete biancastro, infantil, pero la fué "rinforzando" y dándola expansión hasta llevarla al forte consiguiendo un efecto.
A la Wilson la encontré más floja que hace dos años como Brunilda. La verdad es que la Leonora es muy complicada y no se la vió cómoda en ningún momento. Eso sí, es una cantante que aún ofrece bastante: el centro y primer agudo es ancho, denso y timbrado y tiene sonidos de calidad. El agudo extremo es siempre tenso, desabrido, abierto (al si natural final de su aria fué prácticamente, un grito) y con notas de dudosa afinación. En su aria lo pasó mal como casi todas, sin ofrecer una línea mórbida y uniforme ni un legato de factura en ningún momento.
Carina la soprano que cantó Marzelline, de emisión hueca, pero musical y lejos de las vocecitas de soubrettina habituales. Horroroso el Pizarro de Nikitin y poco convicente Milling, que tiene sonidos aislados timbrados y expansivos, pero de emisión desigual, voz deshilachada, deslabazada, nada compacta, además de ser rudo como él solo. El veteranísimo Lloyd con su emisión estomacal de toda la vida, mostró un material de bajo mucho más compacto y rotundo.
La producción de Pier' Alli sigue funcionando. La dirección de actores no es gran cosa, pero la obra está servida con fidelidad e impecable ambientación, como corresponde a un hombre perfectamente encardinado en la tradición italiana de buen gusto y elegancia.
_________________ "El canto como la belleza que se convierte en verdad" (Friedrich Schiller)
Última edición por Carl Tunner el 23 Jun 2011 14:29, editado 3 veces en total
|