joseluis escribió:
Para finalizar, una duda: Insisto en que la dirección de Luisotti fue deslumbrante. Pero ¿No debió sacrificar algo de brillantez en aras a la audibilidad de los cantantes?
Carl Tunner escribió:
No creo. La orquestación es la que es, la orquesta de Les Arts suena y mucho, además las voces masculinas adecuadas a esta ópera son de mayor fuste que las que había (sí lo eran las chicas, aunque la canadiense tenía una pelota en la boca). A mí me pareció que acompañó primorosamente (véase en el "Giunto sul passo estremo", por ejemplo), soteniendo perfectamente la línea canora, estimulando al cantante.
En algo muy importante y en lo que dió una lección Luisotti, además de la creación de atmósferas, fué en el manejo del rubato, algo tan fundamental y olvidado por la mayoría de batuteros y agitapalos que pululan por ahí. El jugar con el tempo, acelerar, retener, contrastar, creando tensiones.
Desde luego que sería un estupendo fichaje como titular para Les Arts y no el camelazo que os han metido.
De acuerdo en todo con el Sr. Tunner. El problema fué, primero, la sala donde se representó, una sala para la representación de una ópera inapropiada por la deleznable acústica.
Y segundo el conocimiento que demostró alguien para la ubicación de los componentes de la representación. En un concierto de música clásica, donde la orquesta es "acompañada" por algún solista cantante, me parece bien como estaba, pero en una representación, aunque sea en concierto, de un operón, la orquesta tiene que estar en el foso, siempre, a partir de aquí sálvese quien pueda., ya que como bien ha apuntado el Sr. Tunner, esta pedazo de ópera tiene que tener las voces adecuadas porque si no.....
Un honor haber conocido al señor Yago y saludar a Raoul de N. y a Tucker.
Saludos.