¿Amplificación en el Real?

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Igual que dice Tunner con Domingo, cuando mi Orestes cantaba tumbado boca abajo también era espectacular. En varias ocasiones los cantantes cantaban de espaldas al público sin que se notara apenas variación en el sonido. Lo más extraño (y a lo mejor esto es normal, y simplemente no estoy acostumbrado a cuestiones de acústica) es que a Pilades lo oía perfectamente, pero cuando se asomaba a la boca del escenario lo oía mucho menos (¿no tendría que ser al revés?); vamos, que sonaba como cuando en un concierto amplificado el cantante se aleja el micrófono de la boca :S.

Mi experiencia en el teatro es aún limitada para opinar, pero el viernes en el Real no hice más que pensar en el asunto, y lo he vuelto a pensar cuando escribía hace un rato que a la Ifigenia del segundo reparto se le oía estupendamente bien, ya que en más de una ocasión me pregunté si no era posible que aquello estuviera amplificado.

Jopé pues ya le podrían indicar a algunos como la Schwanewilms dónde se encuentran los micros la próxima vez que vengan.

¿Amplificación en el Real?

Me decido a abordar este, para mí, gravísimo asunto.

Después del escándalo del año pasado en una de las funciones de Chénier, uno de mis mejores amigos (Acude a la ópera desde 1980 y, para mí, es uno de los que más saben de lírica y voces que yo conozca) y que participó activamente en ella (algunas de sus exclamaciones en esa ocasión pudieron oirse en youtube), me venía diciendo en todas las funciones a que acude, que notaba amplificación.

Yo se lo discutía, sobretodo, porque no quiero creerlo, no puedo asumirlo y el día que lo haga, me quedaré en mi casa y me dedicaré a otra cosa.

Pues bien, ayer noté esa amplifiación en varios momentos. Cuando Domingo canta echado en el suelo en al acto I, sus graves (que son estupendos para un ex tenor), parecían una mezcla de los de Ludwig Weber y Kipnis y luego, durante toda la función y con todos los cantantes se notaba, según el lugar en que cantaran. Al final de la función tuve que disculparme con mi amigo y darle la razón.

Yo estaba en primera fila de tribuna lateral

Me gustaría la opinión de quién quiera expresarla. ¿Alguién más ha notado algo?

Exacto, cantan de espaldas y no hay variación del sonido, y esos cambios según el lugar en que cantaran y el momento de la representación. Además, esa "homogeneización": que todos suenan igual, desde un tenorinino raquítico, smilzo y blancuzco como Groves a todo un Domingo, pasando por la protagonista....

Yo lo noté muy claro en varios momentos de la función.

Lo que se está discutiendo aquí es, sencillamente, gravísimo. En mi caso, puedo decir que si tal práctica se generalizara y aceptara, yo dejaría automáticamente de asistir a los teatros. A mi juicio, atenta directamente contra la esencia de la Ópera: La VOZ como transmisora de emociones y sentimientos. Si lo que se escucha es una voz adulterada, deja automáticamente de interesarme. Para escuchar las voces amplificadas, me pongo un disco.