Muy de acuerdo con el vaquero. Una función muy disfrutable y yo me lo pasé muy bien. Mis impresiones son estas:
La gran triunfadora de la noche, sin duda Lucrecia García. Una voz de enorme calidad, con auténtico metal verdiano, de voz amplia, brillante y con "squillo". Sin casi calentar, se marcó un "Santo di patria" estupendo, cosechando las primeras ovaciones de la noche y despeinando a más de uno, con unos importantes agudos. Yo creo que no hay muchas más opciones para este tipo de papeles, porque Lucrecia tiene voz en todos los registros. Más que un grave deficitario, como dice Mitchum, yo diría que lo que le sucede, es que el salto de un registro a otro, no está bien resuelto. Eso hace que a veces de la sensación de que se va de tono. Por lo demás, una Odabella de nivel.
Fabio Sartori es un tenor de hermosísima voz, que sacó el papel correctamente. En general, como se apunta, no tuvo problemas, pero si es cierto que al subir a la zona alta, la voz empieza a resentirse y se va para atrás. De todas formas el papel se las trae y al menos tenía una voz audible y unos agudos bastante potables.
Yo creo que Michele Pertusi no estuvo tan mal como lo pintan. Como ya comenté con mitchum al descanso, es un señor que ya está en claro declive, con una voz más belcantista que verdiana y que además en estas fechas, estaba alternando Attila con L'Italiana in Algeri. Se decía que no hay que conformarse con que suene a bajo y lleva razón, pero creo que sacó el papel con un mínimo de decencia, que fue acrecentándose, según avanzaba la función. Un Abrazakov, que también canta el papel, podrá hacerlo algo más bonito, pero no tiene autoridad y es más bien plano y Pertusi aún hace sus cosillas.
Dejo para al final lo mejor. Que haya que estar pendiente de Leo Nucci con 68 años, cantando el papel de Ezio, nos vuelve a indicar, los graves momentos por los que pasa la lírica. Y es que aunque Nucci nunca fue santo de mi devoción, hay que reconocer que es lo que hay. No hay barítonos verdianos actualmente para acometer estos papeles y Nucci, aún tiene una serie de valores, que recuerdan lo que es cantar. En ellos incluyo conceptos como nobleza, fraseo, dicción... En su debe, los problemas que todos conocemos, gola, muecas, gestos, pero es que estamos hablando del último barítono verdiano y creo que al menos, hay que tenerlo en cuenta. A parte del componente escénico, ya que Nucci es un animal escénico importante.
Nicola Luisotti me pareció que estuvo brillante. Quizá algo atropellado en las cabalettas, pero creo que sacó todo el jugo a la partitura. La tensión no decayó en ningún momento, se respiraba Verdi y estuvo inspirado casi toda la tarde. Además, la orquesta sigue siendo un lujo, al igual que el coro del teatro.
La propuesta de Grabrielle Lavia me pareció otro gran acierto. Producción cuasi historicista, bella, de las de antes y por tanto, de las que a mi me gustan. Todo derrumbado, lleno de barbarie, de sangre- los sacrificios del Prólogo, por ejemplo- de venganza...el teatro que sale en ruinas- imagino que por el aspecto debía ser la propia Scala- es impresionante, aunque chirría un poco el final con el vídeo y las butacas, pero tampoco me parece para tanto.
Un operón Attila y una pena que no se reponga. No sé si será posible hacer un mejor reparto de esta ópera, pero es que Verdi es jodidísimo y hay que tirar de lo que hay.
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