No creí que esta
Finta Giardiniera en concierto en el Auditorio de Oviedo adquiriese el relieve que tuvo de manera involuntaria tras las cancelaciones del 5 y 6 en el Teatro Real. La velada de ayer se convirtió sin quererlo en la única
Finta española de la gira de Jacobs.
Conocía la obra parcialmente y me gustó mucho escucharla completa. Eso sí, parecía que los problemas no iban a acabar, ya que al principio se anunció por megafonía la cancelación de
Sophie Karthäuser por un problema respiratorio agudo. El mal tiempo da muchos disgustos.
–La soprano coreana
Sunhae Im se hizo cargo de los papeles de Serpetta y Sandrina (el que iba a hacer en principio Karthäuser), apelando a los recursos de cortar algunos recitativos en los que coincidían los dos personajes, traspasar unas pocas frases de Serpetta a Arminda, que hacía Pendatchanska, y ponerse Sunhae Im un vistoso echarpe amarillo limón cuando hacía mutis como Sandrina y volvía como Serpetta. El texto completo del libreto en el programa de mano ayudó mucho a seguir la acción y estos pequeños cambios derivados de la cancelación de una de las cantantes. Sunhae Im empezó justita, como ya dijo el Conde. Me temí lo peor, pues me veía dando la razón a Tunner sobre las voces de Manolita Chen
; sin embargo, la cosa fue a más, y la cantante se creció considerablemente, en una estupenda actuación, y más si tenemos en cuenta que estaba cantando dos papeles ¡Brava!
–Esperaba más de
Alexandrina Pendatchanska, la verdad. Su Arminda fue un terremoto de carácter, muy de acuerdo con el personaje. Pero vocalmente se quedó algo corta. Eso sí, las arias que Mozart le endosa tienen unos graves inhumanos, que probablemente diese la soprano que estrenó el papel, pero que Pendatchanska no tiene. En lo anecdótico, ya es de matrícula no caerse de los
peep toes que llevaba, altos como andamios
–No había oído hasta el momento a
Marie–Claude Chappuis, que hacía el papel de Don Ramiro, escrito para el
castrato mezzosoprano Tommaso Consoli. Por la dificultad de las arias, debía ser un magnífico cantante. Chappuis me desconcertó: momentos en que la voz estaba completamente atrás, alternados con otros en que lo daba todo en arias endiabladas donde se la escuchaba perfectamente…
–El tenor
Jeffrey Francis concentró sus esfuerzos en la actuación más que en el canto. Es cierto que su papel era, cuando menos, extraño, propio de un bajo bufo, pero escrito para tenor. Cumplió en sus intervenciones solistas y en los concertantes.
–
Topi Lehtipuu volvió a decepcionarme, como ya lo había hecho en el
Ottone in villa vivaldiano que pudo verse el mes de mayo en el Auditorio de Valladolid. Lo esperaba en este Mozart, que me parecía más adecuado para sus características. Pero tampoco sonó la flauta. El Contino Belfiore quedó muy por debajo de su partenaire Sunhae Im.
–Entre las voces masculinas, la única que me gustó de verdad fue la del barítono
Michael Nagy. Los tenores no tuvieron su noche, no.
–La
Freiburger Barockorchester fue lo mejor de esta
Finta, destacando el enorme dinamismo de los
tempi, la garra de la concertino Anne-Katharina Schreiber, el precioso sonido de flautas y oboes y el estupendo continuo con fortepiano en los recitativos a cargo de Sebastian Wienand. Todo ello bajo la batuta de un
René Jacobs con una lectura que dio perfecta continuidad a la obra de principio a fin. Aunque era una versión en concierto, los mutis de los cantantes, su movimiento delante y detrás de la orquesta, y la "colaboración" puntual de algunos de sus miembros, hizo que esta
Finta resultase casi semirrepresentada. Se agradece, porque las sillas y atriles son tan deprimentes…
En resumen: no hay Mozart "menor", todo él es fantástico. Iba reafirmándome en ello a medida que escuchaba ayer la ópera. Gran parte de
Nozze, Don Giovanni, Cosí fan tutte… están en la
Finta doce años antes. Y muchas más cosas: el aria del Podestá "Dentro il mio petto io sento" me recordó un aria de Salieri en la que también se mencionan varios instrumentos musicales, el aria de Belfiore "Da Scirocco a Tramontana" recuerda algunos momentos de "Medaglie incomparabili" en el rossiniano
Viaggio a Reims, y aún más "Con un vezzo all'Italiana", donde se habla de diferentes países imitando modismos y acentos. Despinetta en
Cosí será una mezcla de Serpetta y Arminda… y tantos y tantos rasgos que ya desvelaba aquí Wolfie.
Mozart es inagotable. Los Tauro, los mozartianos del zodíaco, somos unos convencidos. Otra cosa es que convenzamos al resto del mundo