En serio, querida, me estuve acordándo todo el rato de tí, pregúntale a Siddharta (pero no se lo decía en alto, eh? que Carl Tunner me tiene muy bien instruido
).
Por otro lado, ella tiene un caché elevadísimo (a multiplicar por cada representación) que supongo que sólo rebajará si el proyecto le apetece mucho, hay dvd a la vista o no tiene que desplazarse (Zurich). Piensen que en lo que una producción se ensaya y se desarrollan sus representaciones pasan casi dos meses fuera de casa y lejos de tu familia.
La señora Bartoli, después de 25 años de carrera, tiene el poder de diseñar su temporada a su gusto, dividiendo su año entre sus series de representaciones (no es lo mismo estar dos meses para cobrar seis representaciones operísticas que cobrar veinte recitales, que las hipotecas hay que pagarlas como mortal que es, y los hoteles, traslados, dietas y demás también quedan a cargo del cantante!!!), sus épocas de ensayo y estudio, sus grabaciones y sus merecidísimas vacaciones con su marido. Para eso se lo ha ganado a pulso, como currante que es
(y que nadie se escandalice que no es la única, ni en el mundo operístico ni en el mundo profesional en general: la antigüedad laboral es siempre un grado en sueldo, poder de actuación y facilidades).
Pero ópera sigue haciendo cuando se tercia. Acaba de volver a hacer
Semele, esta temporada debutará el rol de Adèle en
Le Comte Ory y parece que futuramente tendremos su esperado debut como
Alcina, rol que se adapta a sus capacidades vocales como anillo al dedo.
Por cierto que
Le Comte Ory es una ópera especialmente significativa en su carrera, puesto que el rol de Isolier significó, al igual que para Berganza, su presentación en La Scala (en un reparto estelar encabezado por la grandísima Mariella Devia en el rol de Adèle que ahora debuta la romana).