Acabo de volver de la función de esta noche y, señores, ha sido un verdadero placer oir y ver a Nina Stemme, Siegel y demás componentes. Señalar que la orquesta ha sonado extraordinariamente bien y que, creo, vamos a echar de menos a Lopez Cobos. Un éxito rotundo

Acabo de llegar de ver el segundo reparto. Me siento perplejo por las diferencias respecto a la función de ayer en cuanto a la orquesta. No se si es pura subjetividad mía o que realmente las diferencias son tales. Ayer estuve sentado en la tribuna lateral derecha (asientos pares) y hoy lo he estado en la simétrica izquierda (impares). No se cómo influirá esto en la escucha pero ayer la orquesta y la dirección me parecieron bien, aunque tampoco para tirar cohetes, y hoy me han parecido superlativos; parecían una orquesta alemana. La dirección ha sido incisiva, con nervio, poderosa. Ayer, sin embargo, no me pareció así ni mucho menos. Curiosamente pensaba que al no haber podido descansar los músicos más que 24 horas escasas tocarían peor.

En cuanto a los cantantes, desde luego Stemme me ha parecido vocalmente a años luz de Persson. Cuando ésta soprano ayer empezó a cantar tuve la sensación de escuchar a una voz "problemática", de esas que se dedican al repertorio dramático porque tienen cierto metal, pero que el canto legato, el lirismo, etc les resulta muy difícil de hacer, y cantan con un vibrato amplio ostensible. Su actuación me gustó aunque la Stemme me ha parecido que interpretaba a una mujer más inteligente, más compleja, con más hondura que la que hizo Persson, que parecía más una chica joven caprichosa, sin tantos matices. En la escena final, Stemme ha dejado claro que además de cantar con poderío sabe cantar también con delicadeza y lirismo. Quizás Persson mejore en los próximos días. En definitiva si ayer disfruté fundamentalmente por la producción y me quedé un poco frustrado por la parte vocal y orquestal, hoy el espectáculo me ha parecido redondo gozando mucho más vocal y orquestalmente. Es importante poder ver los dos laterales del escenario. Ayer pude apreciar la parte del mostrador y las pantallas de video, elementos que hoy ni he visto pero he podido ver la parte de la cámara acorazada y he entendido cosas que ayer se me escaparon. La producción me ha seguido impactando y hoy incluso la he disfrutado más. Si Salomé en su momento causó un gran impacto y fue una especie de revulsivo en el panorama operístico, me parece que es fiel al espíritu del compositor que las producciones nuevas nos "sacudan", nos impacten y nos remuevan por dentro. Encima, para redondear la noche, he tenido la suerte de encontrarme con la forera Lullaby, que es una mujer realmente encantadora y con quien siempre es una alegría coincidir. Anímate Jokanaan e intenta ir a ver y escuchar a la Stemme, te encantará. Saludos. Nacho.

Estuve el martes pasado con el segundo reparto. No voy a añadir aquí nada nuevo a lo dicho sobre los cantantes de dicho reparto. Annalena Persson no lo hizo mal, es lo mejor que se puede decir de ella. No canta mal, no es mala actriz, en definitiva nada por lo que merezca la pena ir a un teatro ni irse de él. Mark Doss como Jochanaan me pareció el mejor de todos ellos. Es un buen bajo barítono, proyecta bien y cumplió como actor en ese papel monolítico/iluminado. Peter Bronder interpretó un buen Herodes aunque fue de más a menos, teniendo claros problemas de volumen en la parte final de su intervención. Irina Mishura me pareció lo peor del reparto. nada que sobresalir en su actuación que fue bastante gris.

Por último rendirme una vez más a ese genio que es Carsen. Con el fin de no repetir todo lo dicho me gustaría resaltar una gran virtud de este estupendo director. Carsen tiene algo muy difícil de encontrar que consiste en no repetirse. La inmensa mayoría de directores de escena, incluyendo a los buenos, tienen un estilo muy reconocible que a veces puede hacer que el espectador, aún gustándole lo que ve, tenga la sensación de algo ya conocido. El ejemplo que se me viene ahora a la mente es La Fura. Pues bien con Carsen yo no tengo esa sensación. Realiza puestas en escena minimalistas y trabajos como el que nos presenta ahora en el Real o su Rusalka o alguna otra (creo que su Eugene Oneguin también es de esta factura) . Es realmente un camaleón de la dirección . Por cierto maravillosa la escenografía y la iluminación. Este ultimo trabajo es realmente espléndido.

Bronder hizo Der Zwerg en Sevilla hace unos años y me pareció un actorazo ¿Qué tal ha estado en el plano dramático?

PD: Bramante, tienes un mp

Estuve anoche!!!

Lo mejor:

Nina Stemme (Salomé): Inmensa!!!!!!!!!!. Mejor imposible. Una voz portentosa y de gran belleza
Doris Soffel (Herodías): Un animal escénico. Cantó muy bien.
Gerhard Siegel (Herodes): Fántástico en lo vocal y también en lo dramático. Quizá el más creíble de todos los personajes.
López Cobos y la orquesta: muy implicados y a veces hasta sutiles.
Robert Carsen: producción muy inteligente que roza la genialidad y que mejor no desvelar por ahora
Por cierto, gracias a los foreros que no desmenuzaron todos los detalles de la puesta en escena en sus crónicas. El factor sorpresa es importante.

Lo peor:

Wolfgang Koch (Jochanaan): Cantó con poco convencimiento y creo que con pocos medios. Como actor tira a desastroso (casi me da algo cuando se colocó el pelo mientras miraba al pobre Narraboth ya difunto ).
El vestuario de Jochanaan: El Bautista fue convertido en una especie de "tuareg sobredimensionado", que parecía más un ayatolá que un profeta que clama en el desierto (qué calor daba verle). Cuando le quitan la túnica casi peor porque devino en botijo. Poco acertado además por el engarce con el libreto.
El público del Real: mira que no ponerse de pie cuando salió Stemme!!!!

En fin.
Larga vida a Richard Strauss!!!! Vaya ópera y vaya final!!!!

Bien, pero tampoco para tirar cohetes.

Acabo de volver del teatro. Para los que no hayan ido todavía y esperen encontrarse con la sorpresa de su vida lírica, advierto que todo lo que viene a continuación es spoiler.

Desde mi localidad (un palco de primera planta, en principio bastante buena) a penas se escuchaba al profeta de Wolfgang Koch: en alguna frase no se ha percibido ni una sílaba. No conozco la partitura ni mucho ni poco, así que no debo juzgar la actuación de la orquesta, pero el caso es que ha tapado a algunos cantantes. Obviamente, no he tenido problemas para escuchar a Nina Stemme, ni por arriba ni por el centro, pero detrás de semejante orquesta la impresión esperable ha quedado muy, muy atenuada.

Otra desventaja, ésta exclusiva de las localidades de la izquierda (la del director), es la dificultad para ver la pantalla, fundamental para disfrutar de la puesta en escena. Advertidos estáis.

El montaje en general me ha gustado, pero opino que no está a la altura de la polémica suscitada. Funciona bien, con algunos toques realmente ingeniosos (Narraboth espiando a Salome por circuito cerrado; todo el rollo Caesars Palace) hasta el momento en que se abre el foso y aparece Jochanaan caminando desde el desierto, ataviado al la moda Al Qaeda. Es algo que no he entendido, no sé ustedes... yo me esperaba un street preacher estilo vaquero o algo así. De todos modos, como decía antes, Jochanaan ha pasado por el escenario sin pena ni gloria.

La dirección ha tenido cosas interesantes, como pasar a primer plano el conflicto entre Salome y Herodias mediante la parodia que ésta hace de su madre en la escena del baile. Menos se entiende el hecho de indultar a Salome al final de la obra para imponer su condena a la madre, que queda así convertida en una Jezabel instigadora donde en la obra de Wilde casi se la exculpa. Creo que es un giro al argumento absolutamente gratuito.

La coreografía, la película con videocámara en mano y el trabajo con la figuración han sido los aspectos más conseguidos. Conscientes de que algo había que hacer con la larga escena del baile, se han aplicado a fondo con ella, y creo que el resultado es bastante interesante (momento lemon party incluído). No obstante, se queda uno con la sensación de que el mensaje de esta producción no va mucho más allá de la típica admonición materna: “todo es risas y diversión hasta que alguien pierde un ojo”. Un momento de puro capricho estético como es la muerte de Narraboth, queda absolutamente desdibujado en el montaje de Carsen.

Y eso es todo.

Ya os vi (desde mi sitio no privilegiado del cuarto piso, un poco lateral donde había que levantarse e inclinarse para ver todo el escenario con lo cual lo de espiar a Salomé por ciurcuito cerrado no lo aprecié bien) intentando ver pantalla bajo peligro de tortículis.
Es verdad que la orquesta enterraba a Jocanaan a ratos , pero a nadie más, Herodes no me gustó del todo vocalmente, la madre bien, pero los expertos supongo que le encontrarán pega tb.
Pero sí queda escenificado el funadmentalista de él como tal.
A mí me ha parecido buena combinación de rasgos originales, hostóricos con rasgos interpretativos de Carsen (Robert) . Lo bíblico con los poderes de ahora. Desierto y atuendo correspondiente con 'jugadores' de la banca. Caja fuerte, lluvia de oro, excelente combinación de motivos, metáforas, símbolos. Atemporal. De todos los tiempos. De toda la vida. Reflexión ilustrada (puesta en imágenes) sobre el amor, el deseo, la obsesión, el orgullo, la humillación, el bien, el mal, ...



No veo que nadie quede exculpado. A todos se les comprende.

Nina Stemme: mejor imposible!! Dramática- y musicalmente

Ni un buhh en el Real. Los abucheos debe de ser cosa del estreno y el público del estreno.

Sí, Dengakuman, estoy de acuerdo contigo. Y creo que lo peor es que no se transmite bien la idea del personaje. Copio aquí ésto que estaba en el hilo de la "ópera del mes" (muy útil, gracias a los que lo hicieron) y que creo da en la diana de lo que tendría que haber sido...



no se puede decir mejor.





Sí, parte, es verdad. Y a la que más se comprende es a Salomé, por eso Carsen da un volantazo al final y elimina a Herodías. El problema es que saltarse a Wilde quizá sea ir demasiado lejos...

Ayer estuve viendo la del Met del 2008 de Jürgen Flimm con Mattila de Salomé y ví que sí respetaban el libreto en éso. Por cierto me gusta infinitamente más Stemme en ese papel. No se que opinarán los expertos...

Una cosa ¿no notásteis un poco raros los colores del desierto, en plan fondo de pantalla para el ordenador ? con lo elegante que suele ser siempre Carsen en eso...no sé qué le habrá pasado.

Sí, el fondo desértico tenía un rollo Mac OS, supongo que para agradar al lobby.

Brevemente:

Lo de Nina Stemme es muy fuerte, una de las mejores cantantes que uno pueda oir en vivo... Sin duda pasará a la historia. Escénicamente, además, estuvo entregadísima tanto al personaje como a la puesta, sus primeros planos fueron increibles... Una lección de savoir faire. Siegel y Soffel de altísima altura, igualmente. Algo por detrás Muzek. Bastante por detrás Koch. López Cobos firma su mejor dirección hasta la fecha.

La producción de Carsen me gustó mucho. Realmente podría ser en un casino como podría ser en el salón de Nati Abascal, de no ser por la (estupenda) primera escena, que bien vale esa toma de decisión, así como por la potentísima imagen de la lluvia dorada (pero qué guarra que es Herodías, lo que la estaba disfrutando...).

Pero debo decir que para mí el verdadero Carsen no llegó hasta la entrada de Herodes y su FABULOSA troupe. Lo mejor, sin duda, la grabación en directo, por un lado cutre-casero-cumpleañero y por otro bastante pornográfico, aunque para mí lo mejor no estaba en el hecho de grabar sino en el momento de cortar la grabación: Ese momento de desfase adolescente americano en el que paras de grabar porque la cosa se pone fea y no quieres que quede testimonio... Magistral. Aun así me sobró el desierto y, sobre todo, los sacerdotes.

Sobre los desnudos puedo entender que causaran un gran impacto de una manera análoga al estreno mundial de La Traviata en La Fenice: Ver en el escenario las miserias de lo que tienes sentado en la butaca de al lado es, cuanto menos, chocante, más aún de esa guisa... Pero a mí me pareció una imagen potentísima, aunque supongo que más de un@ esperaría que fueran los fornidos muchachos los que se bajaran los calzoncillos y, ante tal decepción, no le quedó más que abuchear, claro. Para la próxima vez os puedo decir que la disco Cool está a diez minutos del Real, así algun@ puede compensar el disgusto.

Interesante escenografía, aunque hubo verdaderos problemas de iluminación (supongo que por culpa de los materiales utilizados...) y fabuloso vestuario.

En fín, maravillosa noche en exceltente compañía, top top top de la temporada junto a Jenufa, lástima que me pille tan liado estos días... Aun así espero volver.

Se te echaba de menos, bayista.
Excelente crónica, que además viene de manos de un experto.
Espero disfrutar en la función del 23.

El personaje de Jokanaan está perféctamente definido por Strauss en la partitura: es el "tritono", el "Diabulus in música", es decir, lo considerado a lo largo de toda la historia de la música como "lo prohibido". Y así lo describe el compositor por primera vez en el tema de Jokanaan inmediátamente antes de la salida de éste de la cisterna y de la forma más estable y "limpia" descrita de toda la partitura: con los trombones y trompas al unísimo sobre un uniforme fondo de la cuerda en trémolo. Pero en esa primera manifestación del tema, Strauss pinta esa estabilidad para describir con toda la fuerza posible lo que es lo "verdadero", lo "inmutable".... peeeero, a la vez, con ese "tritono", describe a la perfección que Jokanaan es algo que está vedado y prohibido para Salome, y esto es en definitiva lo que provoca a la princesa la tremenda atracción, la atracción a lo prohibido. Lo que pasa es que es un camino hacia lo prohibido al revés: de la "degeneración", de la exuberancia de placer hedonista, hacia lo contrario, llámenlo ustedes como quieran.

Por eso a mí sí me impactó en el montaje de Carsen la presentación del Bautista. Remarcando la importancia del momento con la apertura del escenario, y desnudando éste de todo elemento superfluo, además de reflejar, con ese inmenso desierto, el contrario a los excesos de Salome: la nada.

¿O es que, quizá, en ese "nada", es donde está todo?

Estoy complétamente de acuerdo con lo de la "imagen potentísima", para mí esos desnudos fueron la guinda perfecta al estudiadísimo crescendo implícito en la danza de los siete velos. Que se escandalice quien quiera, pero el fin está más que pensado, y lo que es mejor, conseguido.