Antes que nada, decir que mis conocimientos operísticos son ínfimos. Hace tiempo que descubrí la ópera pero sólo hace un año y poco que he profundizado, por lo tanto no me veo capaz de hacer una crónica a la altura de las que hacen uds. Pese a mi ignorancia voy a intentar comentar el recital de la Caballé.
El teatro daba gozo ya que ofrecía un lleno absoluto. Pero ocurrió algo que nunca había visto -o más bien oído-. Toses y mas toses, pitidos de relojes, estornudos, caramelos de menta, móviles, abanicos(
por favor, que estamos en Diciembre!!!)… fue algo realmente exagerado, surrealista
.
Las voces que cantaron fueron Montserrat Caballé, Nikolai Baskov y Serghiy Mahera, acompañados del pianista Manuel Burgueras. Otro hándicap de la noche fue que la Sra. Montserrat Martí no pudo participar a causa de una hernia discal.
El recital se organizó de la siguiente manera:
Primera parte: Obras de Piccini, Bellini, Rossini, Donizetti, [pequeña pausa] Catalini, Txaikovski i Cilea.
En general todos se mantuvieron muy prudentes, especialmente la Caballé que, según mi parecer, no se desenvolvió hasta la segunda parte. Tuve la sensación de que tomaba muchas precauciones para hacer los agudos. Si tuviera que destacar algo de la primera parte quizás destacaría “La calunnia è un venticello” de Il barbiere di Siviglia, cantado por Mahera. Para mi ésta y el duo del acto I de Adriana Lecouveur, con la que Caballé y Nikolai Baskov cerraron el primer acto, fueron las dos únicas piezas que hicieron vibrar el teatro en la primera parte.
Segunda parte: Obras de Verdi, Puccini, Monpou, populares rusa y ucrainesa, [pequeña pausa], Giménez, Sorozábal y Torroba.
Una parte mucho más viva, quizás las zarzuelas dieron el toque, pero lo que si es verdad es que la gente disfrutó más. Especialmente en las dos últimas piezas: “No puedo ser” de La taberna del puerto cantada por Baskov y “Subir, subir y luego caer” de Luisa Fernanda cantada por Caballé y Baskov.
Finalmente, tres bises acompañados de flores, aplausos y algún comentario (I love you Montserrat… y otro que no entendí pero que me pareció se más bien un abucheo).
Después del recital me queda la pena de no haber podido conocer la verdadera Caballé. A sus 76 años necesita un apoyo para andar y su voz, como muchos de uds. han dicho se ha visto afectada.
TIRESIAS