Me encantó en Opera Proibita (todavía me acuerdo el rapapolvos que me metió Simón por mis alabanzas ), salí satisfecho en María y ayer me gustó a veces y en otras la llegué a encontrar más que histriónica, esperpéntica.

Lo que domina maravillosamente bien ( además de las coloraturas, sucias o limpias) son todas las interpretaciones donde hay que cantar mucho en piano. Esa técnica la convierte en arte, con ese hilo de voz que se escucha perfectamente y que parece que se va a quebrar pero se mantiene, ahí, más firme de lo que pudiéramos pensar. Por tanto, bordó las canciones de Bellini de la primera parte. luego, tiene esa parte de mass-media, que tiene su público, que puede ser divertida si entras en ese juego, pero que quizá la puedes encontrar en otro tipo de espectáculos musicales más baratos. No lo critico especialmente pero reconoceréis, sus más acérrimos defensores, que a veces puede llegar a ser esperpéntica.

Por cierto, un apunte sobre el pianista. No tengo capacidad para juzgar su actuación (a mí me sonaba bien) pero vaya personaje. Parecía sacado de un circo del papel de payaso bonachón. Al comenzar el recital tuvo que apagar su móvil que lo llevaba en el bolsillo del pantalón. Y no os perdáis sus zapatos. Iba de chaqué y con zapatillas de deporte, eso sí, negras, que si no te fijabas mucho parecían zapatos.

Será que yo la vi desde anfiteatro (porque las entradas serían baratas, pero uno, que es más zorro que viejo, sabe desde donde hay que oir a Bartoli...) y me perdía sus caras, porque obviamente estuve en otro recital...

En eso estamos de acuerdo.

Muchas gracias a todos, especialmente a WAM y a Sid, por las crónicas. Lástima no haber estado. Guste más o menos, Bartoli es una fenomeno

Bueno, pues yo tiro una piedra. El Contrabandista de Manuel García no es ningún bodrio y es injusto calificarlo de tal, musicalmente hablando. El verdadero problema es la performance de panderetismo folklórico de la peor especie que se marca la signora Bartoli, taconeo incluido como quien mata cucarachas, y que ha tenido el valor de decir en una entrevista "que le hubiese gustado ser bailaora, si no fuese cantante lírica…" . Peor, imposible.
Insisto: las gracias intempestivas de la diva en cuestión para contentar al público no han de hacer que se descalifique la música de Manuel García.

Pues yo soy (muy) fan de la Bartoli, pero ahí creo que t'has pasao, hermoso. ¿Lo único en lo que Berganza supera a Bartoli es en que sus registros son más homogéneos y en que es más elegante? Pues no tiene que saltar Cecilia ni nada para llegarle al tacón a la Teresona.

Dicho lo cual, aunque me ofrecían una entrada no pude ir , y me dais mucha envidia, que lo sepais.

¿Algún argumento o esperamos a b, a quien iba dirigido -esta vez- el pique?

Una mujer opulenta, como las que les gustaban a nuestros abuelos.
Un recital irregular, con algunos momentos soberbios y otros perfectamente prescindibles: mejor en el intimismo que en el despligue de fuego de artificio vocal, algo fatuo a veces.
La voz, pequeña, pero compleja e interesante: una artista a la que hay que ver.
Inteligente la elección de un programa que buscaba el efectismo, más palo festero que cante grande. Funcionó.
Yo me lo pasé bien.

Taconeo aparte, es de sobra conocido la afición de la señora Bartoli por el flamenco, que incluso bailaba en un grupo amateur antes de estudiar canto. Bartoli debutó con nueve años como el pastor de Tosca, pero no fue hasta los quince cuando comenzó a tomar lecciones con su madre y para esa fecha ya taconeaba en una academia de baile.

Esto no es ningún producto de marketing post porrillo malibranesco, lo podéis ver en el documental sobre Bartoli de 1992 con motivo de la grabación de su cd Rossini Heroines con arias para la Colbran.

Sobre la música de García, para nada es ningún bodrio, ni siquiera una música mediocre, sino bastante interesante, sobre todo si analizas cómo logra insertar en una misma partitura el estilo rossiniano y la música tradicional española, alternando los ornamentos del cisne de Pésaro (mordientes y tal) con los propios d'aquí (como las españolísimas acciacaturas), podéis leer un estupendo prefacio sobre ésto escrito por Celsa Alonso en la edición crítica de la Complutense. Además son increiblemente difíciles, porque requieren un absoluto dominio del canto sul fiato (incluso spianato en Parad, avecillas) con una tesitura que, aunque mantiene siempre una línea principal bastante central (incluso algo grave, por lo que Flórez se ha visto llevado a subir de tono las canciones cuando las ha cantado), tiene momentos que van desde el registro grave baritonal (Las nadadoras) a un Mi 4 , precisamente en Yo, que soy contrabandista, pieza que fascinaba a Lorca y que incluyó en Mariana Pineda. Si quieren oir una versión académica de las canciones (incluida el polo de la discordia), escuchen la grabación de Ernesto Palacio (Berganza nunca debió haber grabado esto a esas alturas de la carrera...).

Gracias a todos por vuestras crónicas. Al porque la música es comunicación y es energía que ha escrito Siddharta le añado un +1000. En cuanto a la comparación con la Berganza, es exagerada, como la Bartoli.

Bueno. No es algo que deba reconocer porque no lo considero un "defecto" o "tara" en mi trayectoria como aficionado a la ópera, pero no tengo los conocimientos necesarios para apabullar a nadie con comentarios técnicos sobre el recital.

No me levanto antes de los bises, no hablo, to tengo tos, mi móvil está en el parking para que no se me olvide apagarlo...

Digo todo esto porque parece que cada vez que un aficinado va a una representación se siente en la necesidad de poner todos los puntos sobre las íes, y ser más papista que el papa.

Creo que como aficionado, que disfruta enormemente de una aficion (y que en mi caso hace más de 500km cada vez que voy al real a disfrutar de mi abono) deberíamos simplificar nuestras críticas; me gusta o no me gusta.

Y decantarnos por una de éstas opciones es tan sencillo como pensar al salir si hemos disfrutado o no. Si la señora en cuestión hizo ésto o lo otro de esta o aquella forma, no debería ser tan importante. Lo realmente importante, es si hemos disfrutado.

A veces, y al escuchar los comentarios de hall en los entreactos lo tengo más claro, creo que vamos más a ver en donde podemos meter el dedo para preguntar posteriormente si es ahí donde duele, y así dejar claro a nuestros contertulios que somos unos grandes expertos en el tema.

Pues yo, despues de ver a esta señora ayer por enésima vez, he disfrutado con ella como siempre. Seguramente tenga muchas carencias, pero me hace disfrutar. Y la sonrisa de mi cara cuando salgo, es lo realmente importante para mi. Esta es el reflejo de mi sentimiento y de mi medida del recital. Disfruto muchísimo. Con su simpatía, entrega, con su vestido de Tosca y pronovias, y con todo lo que hace y como lo hace.

Es una de las ventajas de no ser un gran experto. Disfruto mucho más. Solo veo cosas buenas. Ví por ejemplo (y seguramente estaré equivocado, pero opino ésto) el año pasado cierto divismo en el Sr. Alagna, cuestión que ensombrece en cierta medida su gran recital.

De todas formas, agradezco sus comentarios, ya que hacen que aprenda mucho sobre éste mundo, que adoro e ignoro.

Un saludo a todos.

Me cito para aclarar: Esto no lo digo para defender las artes danzantes de la Bartoli (que no creo que las haya...), sino para señalar, a raíz del comentario citado por Carestini, que una cosa es el márketing post-malibrán y otro los gustos personales de la messsssosoprano (como la anunciaron por megafonía) romana.

Por cierto, puestos a comparar, la idolatrada Berganza no sólo afirmó que de no ser cantante lírica habría sido cantaora (y según ella muy buena), sino que además señaló que la mejor coloratura que había oído en un hombre se la debía a Juanito Valderrama...

dalecalor, estoy totalmente de acuerdo en que lo importante es disfrutar, porque el arte en general y la música en particular son para disfrutar, y no hay más. Ahora bien, yo cuando leo a los compañeros del foro o hablo con ellos sobre si algo nos ha gustado o no, entiendo que se hace siempre como explicación a por qué se ha disfrutado más o menos. A mí también me da igual que técnicamente el cantante haya hecho ciertas cosas concretas, a menos que eso haya influído en cuánto he disfrutado yo. Totalmente de acuerdo: o ha gustado o no ha gustado. Pero, ¿por qué? Hay mil matices y motivos que influyen en eso, y creo que por lo general (me temo que hay gente que pierde el norte también en esto, como en todo) eso es lo que trata de explicar la gente cuando critica una actuación. Yo así lo entiendo

Cierto Piccolo.

Tienes razón. El caso es que a veces creo que hay mucha gente más preocupada de demostrar sus conocimientos a los demás que de disfrutar, que como tu bien dices es el único fin de ésta afición.

Coincido contigo en el comentario de que "hay gente que pierde el norte también en esto", solo que sospecho que es mucha más de la que crees.

Supongo que realizar apuntes a la actuación de los artistas del nivel que tratamos, se debería circunscribir exclusivamente a "apuntes y comentarios" no a críticas feroces. Supongo que todos pueden tener malos días o cometer errores, pero dado su "status" (hablo en general, no de CB en particular) estoy seguro que es complicado encontrar a alguien que lo haga mejor, y que por lo tanto nos haga disfrutar más. Deberíamos hacer más hincapié en "lo bueno" y dejar pasar un poco más lo "menos bueno".

En eso también estoy de acuerdo: quizá es que quiero pensar que hay poca gente que lo hace por demostrar conocimientos, pero en el fondo también tengo esa sensación muchas veces. Desde luego, por un motivo o por otro, siempre he tenido la sensación de que en general los aficionados a la ópera somos muy duros con los artistas, y desgraciadamente en el foro creo que esto se potencia mucho más por la comodidad del anonimato.