Ya que algún forero se ha interesado por mi relación profesional con el mundo de la ópera, contesto. Me dedico profesionalmente a la musicología, a través de la docencia universitaria y la investigación. Mi formación abarca el campo de la musicología (mi doctorado es en musicología), además de poseer otra licenciatura, en filología clásica. Mi especialidad es el Barroco español del siglo XVII, aunque toco también otros temas y otras épocas. En lo que a la ópera se refiere, colaboro como docente en el proyecto Ópera Oberta, con retransmisiones desde el Liceu y el Teatro Real a un buen número de universidades españolas (también reciben las retransmisiones universidades europeas y americanas, cada vez en mayor número); he dado conferencias sobre diversas óperas desde que se inició el proyecto, porque en mi universidad se ha organizado como curso de Extensión Universitaria por el que se reconocen créditos de libre configuración. Esto nos hizo diseñar un programa con conferencias previas a cada uno de los títulos retransmitidos, asistencia a ensayos de ópera y una evaluación final para los alumnos. También colaboro con la Ópera de Oviedo como conferenciante acerca de alguno de los títulos de cada temporada, y con artículos en el libro-programa de la temporada. La ópera es una de mis facetas profesionales y una verdadera pasión en mi vida.
No sé si todas estas circunstancias hacen que encaje mi persona en lo que algunos forer@s consideran "experto". Y no creo que los expertos deban ser pedantes, ni tampoco que hablen
ex cathedra. La pedantería y la oratoria de Fray Gerundio de Campazas no son cualidades que admire en alguien que ha de hablar en público ó expresarse por escrito. Y, desde luego, yo no funciono así.
Cuando opino sobre algo en los post del foro, procuro hacerlo de manera fundamentada. Hay cantantes por los que siento simpatía, pero que pueden cometer errores, y hay otros que no son santos de mi devoción, pero a los que alabo si hacen las cosas bien, faltaría más; otro proceder no sería muy equitativo