Tosca. Melodrama en tres actos de Giacomo Puccini. Coproducción del Teatro de la Maestranza y el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Dirección musical: Pedro Halffter. Dirección de escena y escenografía: Paco Azorín. Director del Coro: Íñigo Sampil. Diseño de vestuario: Isidre Prunés. Diseño de iluminación: Pedro Yagüe. Intérpretes: Hui He (Tosca, soprano), Jorge de León (Mario Cavaradossi, tenor), Ambrogio Maestri (Barón Scarpia, barítono), Jeroboam Tejera (Cesare Angelotti, bajo), Enric Martínez-Castignani (Un sacristán, barítono), Francisco Vas (Spoletta, tenor), Alberto Arrabal (Sicarrone, barítono), Jorge de la Rosa (Un carcelero, barítono), Leonor Bonilla (Un pastor, voz blanca). Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, Coro de la A.A. del Teatro de la Maestranza, Escolanía de Los Palacios. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Viernes 29 de mayo. Aforo: Lleno.

Al fin ha levantado el vuelo la temporada operística sevillana con una de las producciones más redondas y brillantes de los últimos años. Bien es verdad que se juega sobre seguro programando uno de los títulos más populares, pero también de los más difíciles de cuadrar en todos sus componentes al tratarse de una música esencialmente teatral, posiblemente la más teatral de todo el repertorio y que por ello sólo puede brillar con una buena dirección de escena y con unos cantantes que sepan vestir sus personajes.

Casi todo ello se ha hecho presente en este espectáculo. El concepto de Azorín resulta interesante en bastantes cuestiones, como la de hacer del segundo acto una inversión del primero mostrando el lado perverso del poder de la Iglesia, el reverso tenebroso del abuso del poder. O el de transformar las pinturas del retablo en sus versiones desnudas en el momento en el que Scarpia empieza a regodearse lascivamente con la posibilidad de conseguir gozar de Tosca. Pero hay cuestiones que chirrían y que rompen la lógica del discurso dramático, como hacer que Angelotti se esconda bajo el andamio de Mario, a la vista de todos, en vez de en la capilla; o plantar una enorme luna llena en el tercer acto justo cuando Tosca canta Già sorge il sole; o el cambio de vestuario de la época Imperio a la Primera Guerra Mundial en los soldados del tercer acto. En general, el segundo acto es el menos conseguido escénicamente, el que menos consigue trasladar a la acción la enorme dramaticidad de la música de Puccini. A cambio, la iluminación es magnífica, muy atmosférica y con cambios encabalgados sobre los momentos de tensión máxima. Bellísimo el efecto al final del segundo acto.

Pedro Halffter ha refinado notablemente su visión de esta partitura desde su anterior Tosca, de hace ocho años. Consigue que la orquesta suene con enorme empaste y con brillo, haciendo que podamos identificar con claridad la infinidad de microtemas y de contracantos con los que Puccini sembró el tejido orquestal. El foso sonó con verdadera carga dramática, con momentos espectaculares en el segundo acto, a la vez que con refinamiento poético en otros pasajes. El equilibrio dinámico entre foso y escena estuvo siempre bien conseguido.

Parte de este equilibrio se sustentó en la presencia de tres voces protagonistas de amplios medios sonoros, capaces de llenar el espacio sobreponiéndose a la densa orquestación. Hui He, con voz de notable anchura, proyección canónica y bien regulada, fue una Tosca llena de pasión contenida y de una sensibilidad en el fraseo que conmovió en el Visi d'arte y en los dúos con Mario, todo fuego. Jorge de León ha llegado al momento en que ha hecho suyo el personaje en su integridad, no sólo con sus impactantes agudos (espectacular su La vita mi costasse), sino con delicadeza apianando y fraseando con facilidad en los diálogos amorosos. Soberbia la encarnación del Mal de Maestri, voz de centro contundente, con pasaje algo velado, pero con un fraseo incisivo esculpido al detalle. Estupendos Castignani, Vas, el coro y la escolanía. Correctos todos los demás cantantes.

Jo, me ha puesto usted los dientes largos con su excelente crónica, Mengíbar. No sabe cuánto me alegra su opinión sobre Jorge de León, tenor que no solo no tiene buena prensa en este foro, sino al que se acusa de haber entrado en un estado vocal bastante problemático, con oscilaciones ostensibles y signos de cansancio vocal, todo ello consecuencia de una técnica poco afortunada. Por lo visto ha sido una representación redonda en lo musical.

Yo sólo hablo de lo que escuché el viernes en el Maestranza. Sigo a de León desde hace ya años, cuando nadie lo conocía, y debo decir que le he escuchado casi siempre plano en lo expresivo y con problemas para regular, pero desde la Tosca de Jerez de hace unos meses (que fue bastante buena) a ésta le he notado una notable mejoría: apianó sutilmente el final de "Recondita armonia" y su "E lucevan le stelle" fue fraseado con gran delicadeza. En otros roles no sé, pero el de Mario lo tiene ya bastante dominado.

Yo estuve ayer allí y suscribo lo que dice el sr. Mengíbar punto por punto. Añadiría que me llamó la atención la breve aparición de Leonor Bonilla como el pastorcillo, que para estar al fondo del escenario y de espaldas y siendo una soprano ligera cantó esas frases tan centrales como si estuviera de frente sobre el foso, con una voz que corre y un timbre bellísimo. Sobre Jorge de León, sr. Abdallo, es que entre finales de 2013 y este verano su estado vocal ha sido más que problemático; desde la Aida que debutó en el MET hasta el Pagliacci que yo le vi en Madrid por lo menos. La voz era mucho más pequeña, oscilante, velada; no corría apenas y sólo conservaba unos agudos que muchas veces se estrangulaban. Además el cansancio hacía mella en sus prestaciones a lo largo de la función. Lo que vimos ayer fue todo lo contrario, y lo que esperaba de él desde que empecé a escucharle en grabaciones. Salvo alguna frase un poco atragantada en los dúos con Tosca, y aun sin tener en cuenta que es de esos cantantes que siempre se están moviendo aquí y allá y muchas veces cantan casi de espaldas al público, estuvo magnífico.

También me llamó la atención la escenografía; la concepción dramática, sin ser rompedora, consigue (por fin) aportar intensidad a la trama sin pretender "renovar" absurdamente su esencia (se puede renovar "no absurdamente", pero mi corta experiencia en los teatros no suele ser esa). Especialmente se vio al final del segundo acto (cuando Tosca se retira después de [SPOILER] matar a Scarpia), y en el tercero cuando entra la orquesta por primera vez con el tema de E lucevan le stelle mientras amanece.

Habré tenido suerte, no lo niego, o quizá estaba embotado aquella noche de 2010 en Tenerife cuando le escuché su Pinkerton en la polémica puesta en escena de Giancarlo del Monaco (un horror o un despropósito, según la sensibilidad de cada cual). Estuvo fantástico en todos los sentidos y cantó con mucho gusto, sentido del fraseo y exhibición de unas facultades naturales estupendas. Su "Addio fiorito asil" fue extremado en el sentimiento.

Solo un pequeño apunte, con el permiso del señor Mengibar (con cuyas atinadas apreciaciones suelo coincidir casi siempre, y no es adulación):
La dirección de la última "Tosca" que se vio en el Maestranza (temporada 2006-7) corrió a cargo de Bruno Aprea, no de Pedro Halffter.

Tiene ud. razón, fue Aprea quien dirigió aquellas funciones a doble reparto. Tengo tan asumido que Halffter ha dirigido los Puccinis del Maestranza que se me pasó ese dato. No sirve de disculpa, pero estas son las cosas a las que se arriesga uno cuando escribe la crítica inmediatamente después de la función, sin apenas tiempo para comprobar datos.

Quizás porque no dirigió esa Tosca la ha programado este curso...

Si no tengo mal entendido el Pastorcillo efectivamente canta encima de usted sobre el foso literalmente, no desde el fondo del escenario ni de espaldas.

Creo que ni lo uno ni lo otro, pues Bonilla cantó desde el interior del foso. Por eso al saludar al final iba vestida de calle y no disfrazada. Eso explica la nitidez con la que se le escuchó, ya que su voz es más bien pequeña.

Anoche volví al Maestranza para escuchar a Juan Pons como Scarpia. Confieso que iba con muchas prevenciones dado el tiempo que lleva retirado y dado el estado vocal de sus últimos años en activo. Pero igualmente confieso que Pons me dejó sorprendido muy gratamente. Es evidente que la voz ya no le corre igual que antes y que el fiato es bastante corto, cortando mucho las frases y a veces declamando más que cantando. Pero en lo que me asombró fue en su capacidad expresiva, en su manera de dotar de carga dramática a cada frase, sabiendo colocar los acentos con eficacia teatral y completando un perfil del personaje mucho más complejo y completo que el de Maestri. Se nota que es el papel que más ha cantado (unas 400 veces) y que es ya como una segunda piel suya. En resumen: una soberbia lección de fraseo.

Juan Pons es un cantante que ha ido ganando mucho con los años en el aspecto expresivo, de caracterización y de acentos. La primera vez que lo percibí fue en un emocionante Gerard en Santander hace años.

No, señores míos; conozco la producción y por eso sé lo que digo, si no no podría decir dónde estaba ya que no se la veía. Y sumando su apreciación de que la voz es pequeña a las que he oído sobre Albelo (no a usted), tendré que revisarme el oído; lo que es un hecho es que en la Musetta que cantó en Tenerife no hace mucho se comía a Mariola Cantarero en los agudos. Fue todo un duelo de vocecitas ahí arriba.

Pons ha sido un muy notable Scarpia toda su carrera,màs en la línea barone que histriònico.

Por supuesto que Maestri en cuanto a acentos, expresividad y tambien en proyecciòn vocal es casi un " segunda división " tanto en Scarpia como en Falstaff, en comparación a lo que ha sido Pons.
Por cierto,,solo recordar que antes de su retirada, Pons ha sido un habitual de la cartelera del Met donde tiene un buen record de haber actuado allí en diversos de sus roles baritonales, 25 temporadas consecutivas!

[/quote="Doctor Zhivago"]No, señores míos; conozco la producción y por eso sé lo que digo, si no no podría decir dónde estaba ya que no se la veía. Y sumando su apreciación de que la voz es pequeña a las que he oído sobre Albelo (no a usted), tendré que revisarme el oído; lo que es un hecho es que en la Musetta que cantó en Tenerife no hace mucho se comía a Mariola Cantarero en los agudos. Fue todo un duelo de vocecitas ahí arriba.[/quote]
Para zanjar la discusión he consultado directamente al personal del teatro y me informan de que Bonilla canta desde el llamado "techo técnico", una pasarela sobre el escenario fuera de la vista del público y pegada a la boca de escena, pero por encima. Ni desde el fondo, ni desde el foso entonces.